El consumo, en general, de la kombucha no suele presentar efectos secundarios adversos; sin embargo es recomendable incluirla poco a poco a tu dieta para saber cómo reacciona tu cuerpo.
Aunque elaborarla en casa puede ser divertido y satisfactorio, hay que tomar precauciones, sobre todo a la hora de preparar el té que se utiliza para elaborar la kombucha.
Si se emplean prácticas poco higiénicas, la bebida puede contaminarse con microbios patógenos. Por eso muchas veces es recomendable comprarla directamente embotellada si no puedes garantizar unas buenas condiciones higiénicas. Si ese es tu caso puede ver las opciones de kombucha que tenemos en la tienda.
En este artículo te comentamos en que condiciones puede ser desfavorable tomar kombucha y qué efecto puede causar en las personas.
Efectos adversos y escenarios en los que no debes consumir kombucha.
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A pesar de las numerosas propiedades y beneficios, algunos consumidores han informado de malestar estomacal, mareos, o náuseas, que suelen mejorar tras disminuir o suspender el consumo de esta bebida probiótica.
Estos son algunos de los escenarios en los que debes estar especialmente atento.
Mujeres embarazadas o madres lactantes
Las mujeres embarazadas que deseen consumir kombucha deberían tener mucho cuidado. El té contiene el compuesto químico heparina (glicosaminoglicano), que inhibe el sistema de coagulación de la sangre en el cuerpo.
Las altas concentraciones de heparina para una mujer embarazada pueden ser increíblemente peligrosas, especialmente en el tercer trimestre.
Aunque la heparina no ha sido identificada con éxito en muestras analizadas de estudios científicos realizados, el consumo excesivo podría causar la producción en el organismo.
No existe una opinión unánime sobre si es recomendable consumir kombucha durante el embarazo. Algunos expertos creen que es seguro debido a su bajo contenido de alcohol y su origen natural, mientras que otros recomiendan evitarlo debido a la presencia de ácido acético y levadura en el producto fermentado.
Es importante hablar con un médico antes de consumir kombucha durante el embarazo para asegurarse de que sea seguro para tu salud.
Problemas digestivos
No existe una respuesta definitiva sobre si es conveniente o no consumir kombucha si se tienen problemas con el sistema digestivo.
En la mayoría de los casos, si se consumen regularmente probióticos, incluyendo kombucha, muchos de los problemas digestivos se pueden resolver con mayor facilidad ya que la microbiota estará más preparada para hacer frente a ellos.
Sin embargo, en algunas personas con afecciones estomacales específicas, se podrían agravar los síntomas debido a la intolerancia de algún componente en la kombucha.
En algunos casos se puede experimentar molestias digestivas al beber kombucha o al beber demasiado. Pueden ocurrir síntomas como como gases, náuseas y vómitos.
Diabetes y restricciones de calorías
Algunas personas beben kombucha como una alternativa a las bebidas gaseosas.
Aunque la kombucha puede brindar muchos beneficios para el cuerpo, contiene calorías. Los niveles reales de calorías en la kombucha variarán ampliamente en función del fabricante y los aditivos.
Algunos fabricantes pueden agregar más azúcar o jugos ricos en azúcar a su kombucha para mejorar el sabor. Esto también añade calorías.
Las personas con dietas restrictivas de calorías pueden desear evitar las calorías adicionales de la kombucha.
Al igual que las personas con diabetes, que también necesitan tener en cuenta las calorías y el contenido de carbohidratos y azúcares de la kombucha.
Erosión dental
Un consumo muy elevado de kombucha puede influir en la salud dental. Como la bebida está hecha de té fermentado, la kombucha contiene muchos taninos.
El consumo excesivo y prolongado de bebidas ricas en taninos puede provocar el oscurecimiento del esmalte de los dientes (aunque esto es cierto que puede ocurrir con otras bebidas como el vino y el café).
Sistema inmunodeprimido
La kombucha puede no ser adecuada para personas con sistemas inmunológicos sensibles como personas con cáncer o SIDA.
Durante la fermentación se forman mezclas de diferentes tipos de bacterias y levaduras silvestres en la bebida.
Aunque muchos de estos microbios son beneficiosos, el mismo ambiente durante la fermentación puede permitir que algunos microbios perjudiciales crezcan o dejar espacio para que estos microbios se asienten. Especialmente si no se mantienen buenas condiciones higiénicas durante su preparación.
Por esta razón, las personas que son propensas a infecciones, como aquellas con un sistema inmunológico debilitado o condiciones crónicas que afectan su sistema inmunológico, deben evitar la kombucha o al menos consultar con su médico si pueden beberla.
Azúcar añadido
Aunque la kombucha tradicional tiene un contenido de azúcar residual relativamente bajo, algunas marcas le añaden azúcar a sus productos. El azúcar añadido puede tener otros efectos negativos para la salud, como la obesidad, problemas cardiovasculares y falta de oxígeno.
Exceso de cafeína
Para la fermentación de la kombucha se utiliza té. La cantidad de cafeína adicional puede variar dependiendo del tipo de té utilizado.
Para aquellos que son sensibles a la cafeína o que ya consumen bebidas con cafeína, el consumo adicional puede aumentar los síntomas como ansiedad, irritabilidad, dolor de cabeza, dificultad para dormir y ritmo cardíaco irregular.
Por esta razón, se recomienda a personas sensibles a la cafeína evitar la kombucha o buscar versiones sin cafeína hechas con hojas de té.
Problemas en el hígado
Aunque no es común, la kombucha puede causar reacciones graves en algunas personas.
Investigaciones han relacionado algunos casos de toxicidad en el hígado e inflamación con el consumo de kombucha, lo que puede resultar en complicaciones como la ictericia o la acidosis láctica.
Por ello, es recomendable para quienes tengan problemas en su hígado evitar el consumo de kombucha o buscar que provenga de un ambiente controlado.
Contaminación
La kombucha, como resultado de una fermentación natural, puede verse afectada por la falta de control en su elaboración.
Si no se maneja correctamente, puede ser contaminada por otros tipos de bacterias o levaduras y esto puede afectar su salubridad o incluso convertirse en peligrosa para el consumo.
Los recipientes utilizados pueden ser un factor de riesgo, ya que si son porosos o están hechos de resinas o esmaltes con plomo u otros contaminantes, estos pueden filtrarse a la kombucha.
También es posible que algunos plásticos se descompongan en la kombucha durante su elaboración, lo que puede causar contaminación y poner en riesgo la salud del consumidor, dependiendo del tipo de químico involucrado.
Se recomienda usar frascos de cristal durante su elaboración y utensilios de madera si se hace en casa, además de tener las manos desinfectadas para la manipulación de los elementos.
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¿Qué cuidados debemos tener a la hora de beber kombucha?
En resumen, al beber kombucha, es importante tener en cuenta los siguientes cuidados:
- Asegúrate que la kombucha ha sido elaborada en un ambiente controlado y sin contaminación.
- Verifica la fuente de la kombucha y asegurarse de que no contiene niveles elevados de cafeína si eres sensible a ella.
- Evitar la kombucha si tienes un sistema inmunológico debilitado o padeces alguna afección que afecte a tu sistema inmunológico.
- Ser consciente de la cantidad de calorías y el contenido de azúcares y carbohidratos de la kombucha, especialmente si tienes diabetes o sigues una dieta con restricción calórica.
¿Cómo saber si mi kombucha está en mal estado?
Hay varios signos que pueden indicar que la kombucha está en mal estado y no es segura para beber:
- Olores extraños: Si la kombucha tiene un olor fuerte, fétido o a vinagre, es posible que no sea segura para beber.
- Cambios en el color o la apariencia: Si la kombucha ha cambiado de color o si tiene manchas o sedimentos extraños, es posible que esté contaminada.
- Sabores extraños: Si la kombucha tiene un sabor fuerte, amargo o distinto al habitual, es posible que se haya echado a perder.
Si experimentas alguno de estos signos, es mejor descartar la kombucha y obtener una nueva botella de una fuente confiable. Es importante tener en cuenta que los signos pueden variar dependiendo del tipo de kombucha y de la fórmula utilizada. Por lo tanto, es importante ser cauteloso y utilizar buen criterio al beber kombucha.
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