Granos o Nódulos de kéfir: qué son y cómo prepararlos. Diferencias entre los granulos de kéfir de leche (Búlgaros) y los gránulos de kéfir de agua (Tíbicos)

nodulos y granos de kefor de leche y de agua

En el vasto mundo de la alimentación saludable, existen algunos tesoros ocultos que han cautivado la atención de aquellos que buscan mejorar su bienestar de manera natural. Entre ellos, los granos o nódulos de kéfir han destacado como auténticas joyas probióticas, reconocidas por sus extraordinarios beneficios para la salud y su capacidad para transformar simples ingredientes en deliciosas y nutritivas bebidas fermentadas.

En este artículo, nos adentraremos en el fascinante universo del kéfir, explorando sus increíbles ventajas para el organismo y descubriendo cómo aprovechar al máximo estos diminutos tesoros. Además, desentrañaremos las diferencias clave entre dos variedades populares de kéfir: los Búlgaros y los Tibicos, que si bien comparten un propósito común, cada uno aporta su singularidad y beneficios únicos.

¡Prepárate para sumergirte en el mundo mágico de los granos de kéfir y los nódulos de kéfir y descubre cómo su consumo regular puede revolucionar tu estilo de vida!

¿Qué son los nódulos o granos de kéfir?

Compra kombucha, kéfir o cualquier bebida natural en la tienda online de Naturitas, líderes en salud natural.

Es una tienda en línea con productos saludables y sostenibles. Ofrecen envíos rápidos en 24-48h y gratis a partir de 45€.

Los nódulos o granos de kéfir son pequeñas comunidades simbióticas de bacterias y levaduras que se forman durante el proceso de fermentación del kéfir. Estos nódulos son de aspecto gelatinoso y se asemejan a pequeñas gelatinas blancas o transparentes. También son conocidos como «granos de kéfir», «granos de búlgaros» o «tibicos», dependiendo de la región y de la bebida fermentada que produzcan.

La palabra «kéfir» proviene del turco «keif», que significa «bienestar» o «buen sentir», y estos granos de kéfir han sido venerados durante siglos por sus probados beneficios para la salud. Los nódulos de kéfir se utilizan para fermentar leche y otros líquidos, como agua azucarada, jugo de frutas o leches vegetales, creando así una bebida probiótica rica en nutrientes y bacterias beneficiosas.

El proceso de fermentación es el resultado de la interacción simbiótica entre las bacterias y las levaduras presentes en los nódulos de kéfir. Durante la fermentación, estas microorganismos actúan sobre los azúcares y compuestos presentes en el líquido, transformándolos en ácido láctico, dióxido de carbono y pequeñas cantidades de alcohol. El resultado es una bebida espumosa y ligeramente efervescente con un sabor ligeramente ácido, que puede variar según los ingredientes utilizados y el tiempo de fermentación.

Además de su sabor único, los nódulos de kéfir son especialmente apreciados por ser una fuente rica y diversa de probióticos vivos y nutrientes esenciales. Estos probióticos, que incluyen una amplia gama de bacterias y levaduras beneficiosas, pueden favorecer la salud intestinal, mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y promover una mejor absorción de nutrientes, entre otros beneficios para la salud.

Los nódulos o granos de kéfir son microorganismos simbióticos que permiten la fermentación de líquidos para obtener una bebida probiótica, considerada por muchos como un valioso elixir para mantener el equilibrio y bienestar del cuerpo.

Diferencia entre nódulos de kéfir de leche y nódulos de kéfir de agua

granulos de kefir de agua
Tíbicos
granulos de kefir de leche
Búlgaros

Los gránulos de kéfir de leche, comúnmente conocidos como Búlgaros, y los gránulos de kéfir de agua, conocidos como Tíbicos, son dos variedades distintas de granos de kéfir con características y comportamientos diferentes. A continuación, te presento las principales diferencias entre ambos:

Origen y composición:

Los Búlgaros de kéfir de leche tienen su origen en Europa del Este, especialmente en las regiones de los Balcanes y el Cáucaso. Estos granos son una combinación simbiótica de bacterias ácido lácticas y levaduras.
Los Tíbicos de kéfir de agua, por otro lado, se originaron en América del Sur, en particular en México y Guatemala. Estos granos son una combinación simbiótica diferente de bacterias y levaduras adaptadas para fermentar agua azucarada.

Aspecto y textura:

Los Búlgaros de kéfir de leche son de forma irregular, con una apariencia blanca y gelatinosa, similar a pequeñas gelatinas blancas o nódulos.
Los Tíbicos de kéfir de agua son más pequeños y su aspecto es transparente o cristalino. A menudo se asemejan a pequeños cristales o gránulos translúcidos.

Medio de fermentación:

Los Búlgaros de kéfir de leche fermentan leche fresca y sin pasteurizar. Durante la fermentación, los Búlgaros consumen los azúcares presentes en la leche y producen ácido láctico, lo que resulta en una bebida cremosa y ligeramente ácida, conocida como kéfir de leche.
Los Tíbicos de kéfir de agua fermentan agua azucarada. Durante la fermentación, los Tíbicos consumen el azúcar y producen ácido láctico y etanol, lo que resulta en una bebida efervescente y ligeramente ácida, conocida como kéfir de agua.

Sabor y textura de la bebida fermentada:

El kéfir de leche preparado con Búlgaros tiene un sabor suave y cremoso, con una textura similar a la de un yogur líquido o una leche fermentada.
El kéfir de agua preparado con Tíbicos tiene un sabor más refrescante, a menudo con matices frutales debido a la fermentación del azúcar, y una textura ligeramente efervescente.

Cuidados y mantenimiento:

Los Búlgaros de kéfir de leche requieren leche fresca para mantenerse activos y saludables. Si no se utilizan durante un tiempo, pueden almacenarse en la nevera en un poco de leche, pero deben refrescarse con leche nueva cada cierto tiempo.
Los Tíbicos de kéfir de agua necesitan ser alimentados con agua azucarada regularmente para mantener su actividad fermentativa. Si no se utilizan, pueden almacenarse en el refrigerador en agua azucarada, pero se deben reactivar con agua nueva y azúcar antes de su uso nuevamente.

En resumen, los Búlgaros de kéfir de leche y los Tíbicos de kéfir de agua son dos tipos diferentes de granos de kéfir con características únicas. Ambos ofrecen bebidas fermentadas llenas de probióticos y beneficios para la salud, pero cada uno tiene su propio sabor distintivo y se cultiva en medios diferentes. La elección entre kéfir de leche y kéfir de agua dependerá de tus preferencias personales y necesidades dietéticas.

¿Cómo obtener los nódulos o granos de kéfir?

Los nódulos de kéfir se pueden obtener de varias maneras. Aquí hay algunas formas comunes de conseguirlos:

A través de donación o regalo: Si conoces a alguien que ya cultiva kéfir, es posible que estén dispuestos a compartir algunos nódulos contigo. Los nódulos de kéfir tienden a crecer y multiplicarse con el tiempo, lo que brinda la oportunidad de dividirlos y compartirlos con otros.
Comprar en línea o en tiendas de alimentos naturales: En muchos lugares, es posible encontrar nódulos de kéfir para comprar en línea o en tiendas especializadas en alimentos naturales y productos para fermentación.
Grupos de intercambio o redes sociales: Algunas comunidades tienen grupos de intercambio donde las personas comparten nódulos de kéfir o granos de kéfir de forma gratuita o a cambio de un pequeño costo para cubrir los gastos de envío.
Foros y sitios web de fermentación: Existen comunidades en línea donde los entusiastas de la fermentación comparten sus conocimientos y ofrecen nódulos de kéfir a aquellos que estén interesados en comenzar su propia cultura de kéfir.
Iniciar el cultivo desde cero: Si no puedes conseguir nódulos de kéfir de otras personas, puedes comenzar el cultivo desde cero utilizando un paquete de inicio de kéfir seco que se vende en tiendas de alimentos naturales o en línea. Estos paquetes contienen microorganismos liofilizados que pueden reactivarse al agregarlos al líquido adecuado.

Es esencial asegurarse de obtener los nódulos de kéfir de fuentes confiables y limpiar adecuadamente cualquier equipo que se utilice en el proceso de fermentación. Además, es importante seguir las instrucciones específicas para el cuidado y mantenimiento de los nódulos de kéfir para garantizar su salud y vitalidad a lo largo del tiempo.

Una vez que tengas tus nódulos de kéfir, podrás disfrutar de la experiencia de cultivar y preparar tu propia bebida probiótica casera llena de beneficios para la salud.

¿Cómo preparar los granos de kéfir?

Estas pequeñas comunidades simbióticas de bacterias y levaduras son capaces de transformar líquidos simples en bebidas fermentadas llenas de nutrientes y beneficios para la salud. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo nacen estos valiosos granos?

Cómo preparar los granos de kéfir de leche

Los granos de kéfir para los kéfirs lácteos pueden prepararse de dos formas distintas desde cero. La primera es la más rápida de las dos, ya que sólo tarda 5 días en prepararse, pues sólo requiere leche cruda y yogur, mientras que la otra tardará entre 20 y 30 días en prepararse sólo con leche cruda.

El método más rápido es el siguiente:

1. Mezcla una taza de leche cruda con un tercio de cucharada de yogur natural.
2. Coloca la mezcla en un recipiente como un tarro Mason y cúbrelo con estopilla.
3. Coloca el recipiente en un lugar cálido y déjalo tapado durante cinco días.
4. Una vez transcurridos los cinco días, cuela el kéfir y transfiérelo a una botella de cristal, déjalo en un lugar cálido durante 24 horas.

De este modo se formarán nódulos de kéfir, que se pueden utilizar para hacer kéfir lácteos, batidos y respherisations.

El otro método para obtener los nódulos, utilizando únicamente leche cruda, requiere un plazo más largo de 20 a 30 días.

1. Pon dos cucharadas soperas de leche cruda en un recipiente de cristal. Cubre la parte superior del recipiente con estopilla, sujetándola con una goma elástica si es necesario.
2. Coloca el recipiente en un lugar cálido.
3. Deja el recipiente durante 24 horas, y luego cambia la leche, añadiendo una cucharada de la nueva leche cruda.
4. Hazlo cada 24 horas poniendo una cucharada de leche cruda, removiéndola y volviéndola a tapar.
5. Observa regularmente el recipiente hasta que empiecen a formarse las estructuras de los granos de kéfir. Normalmente, esto tardará entre 20 y 30 días, tras los cuales podrás empezar a producir kéfir.

Otra opción, quizás mas recomendable es comprar granos de kéfir deshidratados, en ese caso los pasos serían los siguientes:

Ingredientes y materiales:

Granos de kéfir de leche secos o deshidratados (pueden adquirirse en tiendas de alimentos naturales o en línea).
Leche fresca y sin pasteurizar (preferiblemente leche entera de vaca, pero también puedes utilizar leche de cabra o leche de oveja).
Un frasco de vidrio limpio.
Un paño transpirable o una tapa suelta para cubrir el frasco.

Instrucciones:

Rehidratación de los granos: Si tienes los granos de kéfir de leche deshidratados, comienza por rehidratarlos. Coloca los granos en un frasco de vidrio limpio y agrega leche fresca y sin pasteurizar. Cubre el frasco con un paño transpirable o una tapa suelta y deja reposar a temperatura ambiente durante 24 horas.
Cambio de leche: Después de la rehidratación, retira los granos de kéfir de leche del frasco y desecha la leche de rehidratación. Luego, vierte leche fresca y sin pasteurizar en el frasco, asegurándote de que haya suficiente leche para cubrir los granos por completo.
Incorporación de los granos: Coloca los granos de kéfir de leche rehidratados en el frasco con la leche fresca. La cantidad de granos utilizada debe ser proporcional al volumen de leche que estás utilizando. Una buena guía es utilizar aproximadamente 1 a 2 cucharadas de granos de kéfir de leche por cada 500 ml de leche.
Fermentación: Cubre el frasco con un paño transpirable o una tapa suelta para permitir la entrada de oxígeno y evitar la acumulación de presión. Deja el frasco a temperatura ambiente, alejado de la luz directa del sol, durante 24 a 48 horas para que los granos fermenten la leche y produzcan kéfir de leche. El tiempo de fermentación puede variar según la temperatura ambiente y la cantidad de granos utilizada.
Prueba y almacenamiento: Después de la fermentación, prueba el kéfir de leche para asegurarte de que tenga el sabor deseado. Si está listo, retira los granos del frasco y guárdalos en un pequeño recipiente con leche fresca en el refrigerador si no los usarás de inmediato. El kéfir de leche fermentado puede ser consumido directamente o refrigerado para su consumo posterior.

Recuerda que los granos de kéfir de leche son organismos vivos y se pueden reutilizar para seguir fermentando nuevas tandas de kéfir de leche. Con el tiempo, los granos se multiplicarán y tendrás la posibilidad de compartirlos con otras personas o utilizarlos en diferentes preparaciones. ¡Disfruta de esta nutritiva y deliciosa bebida probiótica casera!

Cómo preparar los granos de kéfir de agua

Preparar los granos de kéfir de agua es un proceso sencillo, y una vez que tengas los granos activos, podrás utilizarlos para fermentar agua azucarada y obtener kéfir de agua de forma regular. Aquí te explico cómo preparar los granos de kéfir de agua desde cero:

Ingredientes y materiales:

Granos de kéfir de agua secos o deshidratados (pueden adquirirse en tiendas de alimentos naturales o en línea).
Agua sin cloro (preferiblemente agua filtrada o agua embotellada sin cloro).
Azúcar sin refinar (puedes utilizar azúcar de caña, azúcar de coco o melaza).
Un frasco de vidrio o un recipiente de plástico.
Un paño transpirable o una tapa suelta para cubrir el frasco.

Instrucciones:

Rehidratación de los granos: Si tienes los granos de kéfir de agua deshidratados, comienza por rehidratarlos. Para ello, coloca los granos en un frasco de vidrio limpio y agrega agua sin cloro y una pequeña cantidad de azúcar sin refinar. Cubre el frasco con un paño transpirable o una tapa suelta y deja reposar a temperatura ambiente durante 24 a 48 horas. Durante este tiempo, los granos se reactivarán y comenzarán a fermentar el agua.
Preparación del medio de cultivo: Después de la rehidratación, retira los granos de kéfir de agua del frasco y desecha el agua de rehidratación. Luego, prepara el medio de cultivo agregando agua sin cloro al frasco y disolviendo aproximadamente 1 a 2 cucharadas de azúcar sin refinar por cada litro de agua. La cantidad de azúcar puede variar según tus preferencias personales. Remueve bien para asegurarte de que el azúcar se disuelva completamente en el agua.
Incorporación de los granos: Coloca los granos de kéfir de agua rehidratados en el frasco con el medio de cultivo preparado. Ten en cuenta que la cantidad de granos utilizada debe ser proporcional al volumen de agua que estás utilizando. Una buena guía es utilizar aproximadamente 1 a 2 cucharadas de granos de kéfir de agua por cada litro de agua.
Fermentación: Cubre el frasco con un paño transpirable o una tapa suelta para permitir la entrada de oxígeno y evitar la acumulación de presión. Deja el frasco a temperatura ambiente, alejado de la luz directa del sol, durante 24 a 48 horas para que los granos fermenten el agua y produzcan kéfir de agua. El tiempo de fermentación puede variar según la temperatura ambiente y la cantidad de granos utilizada.
Prueba y almacenamiento: Después de la fermentación, prueba el kéfir de agua para asegurarte de que tenga el sabor adecuado. Si está listo y tiene el sabor deseado, retira los granos del frasco y guárdalos en un pequeño recipiente con agua sin cloro en el refrigerador si no los usarás de inmediato. El kéfir de agua fermentado puede ser transferido a botellas y refrigerado para su consumo posterior.

Recuerda que los granos de kéfir de agua son resistentes y se pueden reutilizar una y otra vez para seguir fermentando nuevas tandas de kéfir de agua. Con el tiempo, los granos se multiplicarán y tendrás la posibilidad de compartirlos con otras personas o utilizarlos en diferentes preparaciones. ¡Disfruta de los beneficios de esta deliciosa bebida probiótica casera!

Conservación adecuada de los nódulos o granos de kéfir

La conservación adecuada de los nódulos de kéfir es esencial para mantener su salud y asegurar su capacidad de fermentar de manera efectiva. Aquí hay algunas pautas importantes para conservar los nódulos de kéfir correctamente:

Medio de almacenamiento: Los nódulos de kéfir deben guardarse en un medio adecuado para mantenerlos activos y saludables. El medio más común es la leche (preferiblemente leche entera) si estás cultivando kéfir lácteo. También puedes conservar los nódulos en agua azucarada si deseas hacer kéfir de agua o kéfir de frutas.
Recipiente y cubierta: Utiliza un recipiente de vidrio o plástico para almacenar los nódulos de kéfir, evitando recipientes de metal, ya que pueden reaccionar con los ácidos producidos durante la fermentación. Asegúrate de que el recipiente tenga suficiente espacio para que los nódulos se desarrollen y se multipliquen. Cubre el recipiente con una tapa suelta o una tela transpirable para permitir la entrada de oxígeno y evitar la acumulación de presión.
Refrigeración: Si deseas hacer una pausa en el proceso de fermentación o no planeas utilizar los nódulos de kéfir durante unos días, puedes refrigerarlos. La refrigeración ralentizará la actividad de fermentación, por lo que es importante cambiar la leche o agua azucarada cada pocos días para proporcionar nutrientes frescos a los nódulos.
Cambio de medio: Si deseas cambiar el tipo de kéfir que estás preparando (por ejemplo, de kéfir lácteo a kéfir de agua), es posible hacer la transición. Para ello, primero aclimata los nódulos al nuevo medio, realizando una serie de fermentaciones cortas con el nuevo líquido antes de usarlo completamente.
Frecuencia de cambio de medio: Es recomendable cambiar el medio de los nódulos cada 24-48 horas para evitar que se agoten los nutrientes y garantizar que los nódulos estén en un entorno saludable.
Descanso y reactivación: Si deseas tomar un descanso prolongado del cultivo de kéfir, puedes deshidratar los nódulos de kéfir para conservarlos a largo plazo. Para reactivarlos posteriormente, simplemente hidrata los nódulos en agua o leche durante algunas fermentaciones hasta que vuelvan a estar activos.

Recuerda que los nódulos de kéfir son organismos vivos y necesitan cuidado y atención para mantenerse saludables y activos. Siguiendo estas pautas, podrás conservar tus nódulos de kéfir y disfrutar de sus beneficios durante mucho tiempo.

Preguntas frecuentes sobre los nódulos o granos de kéfir

¿Cómo saber si los nódulos de kéfir están en buen estado?

Para determinar si los nódulos de kéfir están en buen estado, es importante observar su apariencia física. Los nódulos de kéfir saludables deben tener un color blanco o ligeramente amarillento, con una textura suave y elástica. Cualquier cambio en el olor, como un olor fuerte o desagradable, puede indicar que los nódulos están dañados o contaminados. Si los nódulos parecen mohosos o presentan manchas verdes o negras, es mejor desecharlos y obtener nuevos nódulos frescos.

¿Cuánto tiempo pueden durar los nódulos de kéfir?

Si se cuidan adecuadamente, los nódulos de kéfir pueden durar indefinidamente. Sin embargo, es importante proporcionarles condiciones óptimas de cultivo y garantizar una correcta limpieza y mantenimiento. Reemplazar periódicamente la leche en la que se cultivan los nódulos y garantizar que se mantengan en un entorno fresco y limpio ayudará a prolongar su vida útil.

¿Es posible convertir los nódulos de kéfir de leche en nódulos de kéfir de agua?

No, los nódulos de kéfir de leche y de agua son diferentes y no se pueden convertir de uno a otro. Los nódulos de kéfir de leche están específicamente adaptados para fermentar la leche, mientras que los nódulos de kéfir de agua fermentan líquidos azucarados, como agua endulzada con frutas o zumos. Si deseas preparar kéfir de agua, deberás obtener nódulos de kéfir de agua específicos.

¿Se pueden utilizar nódulos de kéfir deshidratados?

Sí, los nódulos de kéfir deshidratados son una opción conveniente para aquellos que desean comenzar a hacer kéfir de leche de forma rápida y sencilla. Estos nódulos deshidratados se rehidratan en leche fresca y luego se utilizan como cualquier otro nódulo fresco. Asegúrate de seguir las instrucciones de rehidratación proporcionadas por el fabricante y almacenar los nódulos deshidratados en un lugar fresco y seco hasta su uso.

Beneficios para la salud de los nódulos de kéfir

Los nódulos de kéfir proporcionan numerosos beneficios para la salud, siendo una excelente fuente de probióticos, los cuales contribuyen a mejorar la salud intestinal. Al consumir kéfir elaborado con nódulos, se promueve un equilibrio de la microbiota, lo que favorece la digestión y fortalece el sistema inmunológico.

Además del aporte de probióticos, los nódulos de kéfir pueden brindar otros posibles beneficios para la salud. Se ha sugerido que su consumo regular podría ayudar a reducir los niveles de colesterol, gracias a su capacidad para inhibir la producción de colesterol en el intestino. También se ha observado que el kéfir puede tener propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que podría contribuir a la protección del organismo frente a enfermedades crónicas.

En resumen, los nódulos de kéfir ofrecen una valiosa combinación de probióticos y otros posibles beneficios para la salud, lo que los convierte en una opción saludable y deliciosa para incluir en nuestra alimentación diaria.

Aporte de probióticos y mejora de la salud intestinal

Contribuyen a equilibrar la microbiota intestinal.
Mejoran la digestión y la absorción de nutrientes.
Fortalecen el sistema inmunológico.

Otros posibles beneficios para la salud

Pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol.
Poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

¿Te interesa el kéfir?

Puedes ver el resto de artículos que tenemos sobre esta bebida.

Scroll al inicio