Si nos preguntan cuál es la bebida nacional de Rusia, seguramente diríamos que el vodka, sin embargo, hay otra que muchos consideran igual de importante.
Se trata del kvas, una bebida probiótica procedente de los países eslavos del centro y el este de Europa que data de la Edad Media.
Algunos la consideran una cerveza, pero lo cierto es que es una bebida muy suave con un sabor intermedio entre el refresco y la cerveza. Su contenido en alcohol es muy bajo por tanto suele reconocerse como una bebida no alcohólica.
En este artículo te comentamos sus beneficios y como se elabora.
¿Qué es el kvas?
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“Levadura de pan” es la traducción literal del kvas. Se hace con harina de centeno y malta, o con harina de salvado y pan de centeno; mezcla que se deja fermentar en agua. También se suele aromatizar con menta, frutas o frutos del bosque.
Depende de la región donde se elabore, el tipo de pan que se utilice y el tiempo de preparación, es muy variado en color, espesor y sabor.
En Rusia, la fabricación del kvas se ha convertido en una industria que vende miles de millones de rublos. En las cervecerías más famosas del país se produce la versión sin alcohol, pudiendo llegar a producir millones de litros al día.
Beneficios y propiedades del Kvas
Desde su descubrimiento, al kvas se le asocian propiedades favorables para la salud. Es una bebida muy refrescante y contiene una gran cantidad de nutrientes.
Mejora la digestión y fortalece el sistema inmune. Aporta minerales importantes como el manganesio, folato y selenio, y es rica en vitaminas B1 y B2.
Constituye un eficiente hidratador, desintoxica el hígado, disminuye el colesterol, es anticancerígeno, antiinflamatorio y antioxidante.
¿Cómo se elabora el kvas?
Aunque tradicionalmente se hacía con cultivos silvestres, actualmente, el kvas suele hacerse con levadura, con el propósito de que fermente en menos tiempo y sea más espumoso.
Sin embargo, para lograr una bebida en la que en su base predomine más el pan, se recomienda un cultivo de masa madre de centeno en lugar de la levadura. Estos pueden comprarse online o prepararse en casa.
El kvas puede llegar a su punto justo de fermentación entre 2-7 días. Por tanto, la mejor manera de saber si está listo es probarlo a partir del segundo día.
El objetivo es lograr un equilibrio entre el dulzor y el amargor; y que además quede ligeramente carbonatado. Una vez que tengas la bebida a tu gusto, cuélala en una malla fina y embotéllala.
Siempre almacénalo en un recipiente de cristal y asegúrate de dejar unos centímetros vacíos en el proceso de llenado, para que la bebida al expulsar gases no lo rompa.
Cuando esté listo, mantenlo refrigerado, de esta manera podrás conservarlo hasta 10 días.