Los alimentos fermentados son aquellos transformados mediante el crecimiento controlado de microorganismos. Se consumen desde hace miles de años, conservando los alimentos y dando sabores únicos. Se dividen en aquellos con microbios vivos y los que no.
Tienen beneficios para la salud, mejorando la digestibilidad y promoviendo la flora intestinal. Algunos tipos de fermentados son yogur, kéfir, miso, kimchi, chucrut, kombucha y vinagre.
Estos alimentos tienen efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos, mejoran la digestión y pueden tener un impacto positivo en la salud intestinal.
¿Qué son los alimentos fermentados?
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Los alimentos fermentados son aquellos que han experimentado una transformación a través del crecimiento controlado de microorganismos como bacterias, levaduras e incluso mohos.
Este proceso de fermentación no solo ha sido utilizado durante miles de años para conservar los alimentos, sino que también ha permitido desarrollar sabores únicos y distintivos en diversas tradiciones culinarias.
Beneficios para la salud intestinal
Una de las principales razones por las cuales los alimentos fermentados han sido tan valorados es debido a sus beneficios para la salud intestinal.
Al consumir alimentos fermentados que contienen microorganismos vivos, también conocidos como probióticos, se promueve el equilibrio y el bienestar de la flora intestinal.
Estos microorganismos beneficiosos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y favorecen la absorción de nutrientes, contribuyendo así a una mejor salud digestiva en general.
Mejora del valor nutricional y digestibilidad
Además de los beneficios para la salud intestinal, los alimentos fermentados también ofrecen una mejora en el valor nutricional y la digestibilidad de los mismos.
Durante el proceso de fermentación, las bacterias y las levaduras descomponen los compuestos presentes en los alimentos, lo que facilita la asimilación de nutrientes por parte del organismo.
Asimismo, este proceso puede ayudar a reducir los antinutrientes presentes en algunos alimentos, lo que los hace más tolerables para ciertas personas y aumenta su valor nutricional.
Tipos de fermentados más comunes
En esta sección, exploraremos algunos de los tipos de fermentados más populares y apreciados en la gastronomía.
A continuación, vamos a conocer más sobre el yogur y kéfir, miso y kimchi, así como el chucrut y la kombucha.
Yogur y kéfir
El yogur y el kéfir son dos de los alimentos fermentados más conocidos y consumidos en todo el mundo. Ambos se obtienen a partir de la fermentación láctica de la leche.
El yogur es un producto lácteo obtenido mediante la fermentación de la leche con cultivos bacterianos específicos, como el Lactobacillus bulgaricus y el Streptococcus thermophilus.
Esta fermentación láctica es responsable de la transformación de la lactosa en ácido láctico, lo que le confiere su sabor característico y su textura cremosa.
Por otro lado, el kéfir es un producto con un origen más antiguo y una fermentación más compleja.
Consiste en la fermentación de la leche con un conjunto de bacterias y levaduras en una simbiosis única conocida como «granos de kéfir». Esta fermentación produce un producto similar al yogur, pero con una textura más líquida y un sabor más ácido.
Miso y kimchi
El miso y el kimchi son dos fermentados originarios de Asia que agregan no solo sabor, sino también valor nutricional a los platos.
El miso es una pasta fermentada tradicionalmente hecha de soja, aunque también puedes encontrar variedades de miso de arroz o cebada.
La fermentación del miso se logra mediante un cultivo de Aspergillus oryzae, un hongo que transforma los componentes de la soja en proteínas y aminoácidos, otorgándole su distintivo sabor umami y su riqueza nutricional.
El kimchi, por su parte, es un condimento muy apreciado en la cocina coreana. Se produce mediante la fermentación de vegetales, principalmente col china (repollo) y rábano.
Los microorganismos responsables de esta fermentación son principalmente bacterias del género Lactobacillus. El kimchi no solo es sabroso, sino que también es rico en vitaminas, antioxidantes y fibra.
Chucrut y kombucha
El chucrut y la kombucha son otros dos fermentados con características particulares y sabores únicos.
El chucrut es una preparación a base de col (repollo) fermentada con sal. Durante el proceso de fermentación láctica, las bacterias presentes en las hojas de la col descomponen los azúcares y producen ácido láctico, lo que da como resultado su inconfundible sabor agridulce y su textura crujiente.
El chucrut es famoso por su alto contenido de vitamina C y probióticos.
La kombucha es una bebida fermentada y ligeramente efervescente hecha a partir de té endulzado fermentado por una simbiosis de bacterias y levaduras conocida como SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast).
Durante la fermentación, el SCOBY transforma los azúcares en ácido acético y dióxido de carbono, resultando en una bebida refrescante con un sabor agrio y ligeramente dulce. Se le atribuyen propiedades antioxidantes y probióticas.
Proceso de fermentación
La fermentación es un proceso clave en la creación de alimentos fermentados, donde los microorganismos, como bacterias y levaduras, descomponen los carbohidratos presentes en los alimentos, produciendo ácido láctico, ácido acético y/o alcohol.
Cada tipo de fermentación tiene características específicas que determinan el sabor y las propiedades de los alimentos fermentados resultantes.
Fermentación alcohólica
La fermentación alcohólica se produce cuando las levaduras convierten los azúcares presentes en los alimentos en alcohol y dióxido de carbono.
Este proceso se utiliza principalmente en la producción de bebidas alcohólicas como la cerveza, el vino y el sidra. Durante la fermentación alcohólica, las levaduras consumen los azúcares presentes en el alimento y producen alcohol como subproducto.
El resultado final es una bebida con contenido alcohólico y un sabor distintivo.
Fermentación láctica
En la fermentación láctica, las bacterias lácticas convierten los azúcares en ácido láctico. Este tipo de fermentación es común en productos lácteos fermentados, como el yogur y el kéfir. Las bacterias lácticas consumen los azúcares presentes, produciendo ácido láctico como subproducto.
El ácido láctico da al alimento un sabor ligeramente ácido y contribuye a su textura y conservación. Además, las bacterias lácticas presentes en estos alimentos pueden ser beneficiosas para la salud intestinal.
Fermentación acética
La fermentación acética es llevada a cabo por las bacterias acéticas, que convierten el alcohol en ácido acético. Este proceso es utilizado en la producción de vinagre, donde las bacterias acéticas transforman el alcohol presente en el vino u otras bebidas alcohólicas en ácido acético.
El vinagre resultante tiene un sabor ácido característico y se utiliza ampliamente en la cocina como aderezo y conservante de alimentos.
Alimentos fermentados y su impacto en la salud
El consumo de alimentos fermentados no solo nos brinda sabores únicos y variados, sino que también tiene un impacto significativo en nuestra salud.
A continuación, exploraremos algunos de los beneficios más destacados que estos alimentos pueden ofrecer.
Efectos antioxidantes y antiinflamatorios
Los alimentos fermentados como el yogur, el miso y el chucrut contienen compuestos antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres en nuestro organismo, previniendo el daño celular y mejorando nuestro sistema inmunológico.
Además, algunos de estos alimentos también poseen propiedades antiinflamatorias que contribuyen a reducir la inflamación en el cuerpo, especialmente en casos de enfermedades crónicas como la artritis.
Mejora de la digestión y absorción de nutrientes
Una de las grandes ventajas de los alimentos fermentados es su capacidad para mejorar la digestión y la absorción de nutrientes en nuestro sistema gastrointestinal.
Estos alimentos están cargados de enzimas digestivas y probióticos que promueven una adecuada descomposición de los alimentos y facilitan la absorción de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales en nuestro intestino.
Promoción de una flora intestinal saludable
La flora intestinal, o microbiota, cumple un papel fundamental en nuestra salud general. Los alimentos fermentados, como el kéfir y el kimchi, son ricos en probióticos, microorganismos beneficiosos para nuestro intestino, que contribuyen a mantener un equilibrio adecuado de la flora intestinal.
Estos probióticos ayudan a fortalecer nuestras defensas, mejorar la absorción de nutrientes y prevenir el crecimiento excesivo de microorganismos perjudiciales en nuestro tracto digestivo.
Alimentos fermentados no probióticos
En la amplia variedad de alimentos fermentados, no todos cuentan con microorganismos vivos y, por lo tanto, no se consideran probióticos.
Estos alimentos han pasado por procesos de fermentación que involucran la actividad de bacterias, levaduras o mohos, pero los microbios resultantes no están presentes en el producto final.
Proceso de fermentación sin microbios vivos
En ciertos alimentos fermentados, como el vinagre o el chocolate, los microorganismos responsables de la fermentación mueren o se eliminan durante el proceso, dejando solo los productos finales de la fermentación.
En el caso del vinagre, las bacterias que convierten el alcohol en ácido acético son filtradas o eliminadas antes del envasado del producto. De esta manera, aunque el vinagre es resultado de la fermentación alcohólica, no contiene microbios vivos.
Uso en la conservación de alimentos
Algunos alimentos fermentados no probióticos, como el chucrut, el chutney o las salsas fermentadas, se utilizan principalmente como métodos de conservación de alimentos.
Durante el proceso de fermentación, los microorganismos generan ácidos u otros compuestos que actúan como conservantes naturales, alargando la vida útil de los alimentos y evitando el crecimiento de bacterias dañinas. Además, estos alimentos fermentados no probióticos aportan sabores y texturas únicas a las preparaciones culinarias.
Beneficios de los alimentos fermentados no probióticos
Cómo incorporar alimentos fermentados en la dieta diaria
Recetas y formas de consumo
Los alimentos fermentados ofrecen una amplia variedad de opciones para incorporarlos a tu dieta diaria. Aquí te presentamos algunas recetas y formas de consumo que puedes probar:
Consejos para aprovechar sus propiedades
Aquí tienes algunos consejos para sacar el máximo provecho de los alimentos fermentados y disfrutar de sus propiedades:
Incorporar alimentos fermentados en tu dieta diaria puede ser una excelente manera de mejorar tu salud intestinal y disfrutar de sabores únicos.
Experimenta con diferentes recetas y formas de consumo para descubrir tus combinaciones favoritas y aprovechar al máximo los beneficios de estos fermentados.